Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas es importante tener en cuenta algunos consejos para mantener la temperatura de nuestro cuerpo y prevenir o combatir las enfermedades respiratorias tan frecuentes en ésta temporada.
Disponemos en ésta época de alimentos que nos permiten preparaciones calientes y suculentas, como legumbres, calabaza, zanahoria, cebolla, ajo, papa y batata, además de verduras de la familia de los coles y las de hoja verde oscuro, que nos permiten acumular energía para mantener el calor corporal. También es fácil encontrar frutas con nutrientes que contribuyen a aumentar nuestras defensas en invierno, como por ejemplo los cítricos: naranja y mandarinas, que suelen ser más económicas ahora y fáciles de conseguir.
Verduras
Las verduras disponibles en invierno le aportan a nuestro organismo vitamina A para mantener en buen estado la piel y las mucosas (entre ellas, las que recubren el interior de los bronquios) y reducir el riesgo de enfermedades respiratorias. La zanahoria y la calabaza son el alimento ideal para obtener betacaroteno.
Otros carotenos están disponibles en las verduras de hoja y coles, en acelga, espinaca, repollitos de bruselas, coliflor y brócoli, que además aportan fibra (ayuda a regularizar el tránsito intestinal) y folatos, que, entre otras cosas, colaboran en la formación de proteínas y ayudan en la reparar tejidos de nuestro cuerpo. La familia de las coles aportan numerosos antioxidantes que contribuyen al buen funcionamiento de las defensas, tales como vitamina C, betacaroteno, y azufre, que actúa ayudando en resfríos.
Sopas y guisos
Una buena forma de consumir todas éstas verduras es en sopas con la mayor variedad de verduras, hortalizas y legumbres posibles. Los guisos son una buena opción también para incorporarlas, además de incluir legumbres. Es posible preparar un guiso saludable que incluye verduras, carne sin grasa visible y en lugar de aceite, incorporá agua como base para la cocción.
Es conveniente preparar sopas sin crema y optar por recetas que sólo incluyen vegetales. Las que se elaboran en casa son las más saludables por ser naturales, tienen menor aporte calórico; pueden condimentarse con especias y hierbas aromáticas, y así evitar el exceso de sal de los saborizantes en cubo.
Pastas y frutos secos
Las pastas son también una buena opción, si controlamos la porción y acompañamos con salsa a base de verduras, y evitamos la crema, manteca y carne.
Es aconsejable además incluir frutas secas (nueces, almendras, maní). Son una buena opción para reemplazar a los dulces, así como frutas disecadas (higos, ciruelas, duraznos, pera, pasas de uva).
Es conveniente el consumo de miel para reemplazar el azúcar, ya que aporta energía y sustancias que mejoran la salud de las vías respiratorias.
Recordá siempre llevar adelante una dieta lo más variada posible, lo que te permitirá reforzar tu sistema inmunológico y mantenete físicamente activo, además de ingerir suficiente cantidad de agua.