Es un programa que garantiza el derecho a trabajar artísticamente en diversos espacios urbanos de uso público. A las y los artistas callejeros que participan en el programa se les asignan de manera rotativa espacios de la ciudad, para que puedan trabajar de manera coordinada y bajo algunas pautas de volumen y sonido.
Se pretende visibilizar las distintas expresiones artísticas y hacer del arte una herramienta de transformación social afectiva, que dialogue en comunicación directa con la/el transeúnte, que en nuestra ciudad se encuentra con una propuesta escénica a la vuelta de cualquier esquina.